lunes, 12 de enero de 2009

A fecha de hoy...

Desde Agosto llevo yendo a la herboristería. Ya he perdido 20 kilos y hoy me siento un poco culpable porque he cenado algo que no debería, aunque tengo comprobado que si te pasas un día a la semana no pasa nada. Es simplemente que me preocupa la falta de autocontrol. Desde luego en Agosto había llegado a un límite que nunca pensaría que sobrepasaría. Desde que él llegó a mi vida, me empezaron a preocupar otras cosas y no pensaba 24 horas en el peso. Él llego a la misma vez que se fueron los vómitos. Tal vez por miedo o simplemente por no querer ver más a esa "maldita" Teresa. No aconsejo a nadie ir al psiquiatra, piensan que drogándote pueden solucionar tus problemas y no se preocupan por mostrar su apoyo, su hombro. No soy una persona desquiciada pero he sufrido mucho de pequeña y adolescente por el tema del peso y la comida y en dos periodos diferentes tuve que ir a un sitio especializado en eso. Cualquiera que lo lea se imaginara a una niña supercanjita y sin embargo yo era todo lo contrario aunque no es que comiera demasiado (al menos no en aquellos momentos). Mi altura para mí siempre fue un problema y era eso no gorda, grande.
Por lo que se puede leer arriba parece que llegara el amor a mi vida, nada más lejos de la realidad. Lo único que llego a mi vida fue un buen amigo, me enamoré de él pero nunca pensé que el conquistarlo o no tuviera algo que vez con los Kilos. Y cuando vi que no lo conseguiría me abandone del todo (intermitente con otro chiquillo) juntalo con la muerte de dos seres queridos y la elección equivocada de carrera y tienes los motivos de porque tuve que ir a psicólogo. Al contrario de los psiquiatras pienso que ir al psicólogo es lo mejor que se puede hacer, que verdaderamente saben como se sienten las personas y como arreglar las heridas...
Hoy tengo heridas aún. Son muchísimos años años pensando en la comida, esquivandola, amándola y dos años en los que llegue a pesar lo que nunca en la vida pensé (no lo escribo por vergüenza, ¿vale?). Desde Agosto estoy recuperando el control de mi vida, mi amigo se sorprende cuando tengo alguna "crisis", se asusta de como pienso, pero desde que llego Ana (mi dietista) a mi vida fue como si un ángel cayese del cielo porque desde entonces he perdido 20 kilos y lo llevo perfectamente. No siempre perfectamente pero las pocas veces que como fuera del régimen es por convención social más que por otra cosa y algunas de ellas...se sobreentiende sin decirlo, ¿no? No es que me de atracones y luego quiera hacerlo desaparecer, ya digo que solamente es en casos puntuales de cenas o comidas de amigos.
Es a la vez absurdo y lógico que la estabilidad de una persona dependa de su autocontrol y digo estabilidad, que no felicidad. Hoy con un examen pasado mañana mi estabilidad se tambalea por culpa de un kebab. Ese mismo día sabré que pasará con el kebab cada miércoles paso momentos felices, salvo aquellos en los que la báscula aumenta que en 21 miércoles sólo fueron 2.

La comida se odia y se adora. Si odias a algo o alguien es porque lo idolatras, bastante obvio...

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